RELOJ

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Con Ignacio Espinal, Noticia, Comentario y Entrevista.

El Reloj Publico

fue diseñada por el ingeniero francés Alexandre Gustave Eiffel, el mismo de la famosa Torre Eiffel y construido por el famoso relojero francés Jean-Paul Garnier. Fue enviado a Montecristi durante los días de gloria de la ciudad, a finales del siglo XIX..

Casa Museo Maximo Gomez

Está ubicado en la provincia de Montecristi en República Dominicana, en este encontrarás datos históricos y los acontecimientos más relevantes ocurrido en sus pasos por la vida..

El Morro de Montecristi

Es una maravilla natural que se levanta como vigía y guardián de la antigua ciudad, fundada por Fray Nicolás de Ovando, con el nombre de San Fernando de Monte Cristi, en honor al rey Fernándo el Católico, en el norte del país.

Gerencia de Area de Salud

Ubicado en el Segundo Nivel Edificio de la Gobernacion Provincial de Montecristi.

lunes, 25 de mayo de 2015

Artículo de Rafael Núñez, “En la picota”

Desde el siglo XVl, el mundo conoció una nueva forma de escarnio para los delincuentes, que consistió en llevarlos a un "monumento" ubicado en una plaza pública, para que la gente se enterara de su afrenta, al tiempo que se sometía a la mofa de todo el que por allí pasaba. En ese sitio se construía una columna de concreto que se le conoció como "la picota".

De ahí la frase de que Fulano está en "la picota".

Ese método abusivo y deshonroso se propagó por plazas públicas europeas y asiáticas, sin que nadie saliera a defender los derechos de las víctimas, pues quienes auspiciaban aquello eran las propias autoridades constituidas.

Estos signos de vasallaje humillante se esparcieron como la verdolaga, pero con el tiempo se esfumaron, en la medida en que las sociedades fueron avanzando con la incorporación a sus respectivos marcos jurídicos de los derechos fundamentales de las personas, especialmente a partir de la Revolución Francesa ( de 1789), primer movimiento emancipador que puso fin al absolutismo feudal, y dio paso a la actual Edad Contemporánea.

Pues volviendo al tema anterior, los hombres o mujeres que en los siglos dieciséis y posteriores eran hallados culpables de un delito, no sólo fueron condenados con cárcel o ejecución, sino que un "foro público" se encargaba se avergonzarlos, de humillarlos y deshonrarlos, pues todo el que pasaba se ensañaba para que la vergüenza se convirtiera en su peor castigo.

Parece que hemos vuelto a esos tiempos, pues diversos medios de comunicación se hicieron eco la semana pasada de la denuncia hecha por el dirigente político Humberto Salazar en el sentido de que desde el gobierno, se ha confeccionado una lista de cercanos al expresidente Leonel Fernández para, contratados dos programas de investigación, este grupo fuera puesto en "la picota" con denuncias sobre sus desempeños en los puestos públicos que ocuparon. Es decir, volviendo a los métodos de siglos antes de la Revolución Francesa, aquellas veinte personas, incluido quien suscribe, fuésemos objeto de campañas para dañar nuestra reputación. Con la diferencia de que ese grupo no ha robado ni ha matado.

No se le puede restar validez a la denuncia de Salazar, porque una persona como él, que no está asociado ni a mañoserías ni escándalos, no tiene motivos para inventar, amén de que esa revelación había sido hecha primero por Domingo Jiménez, miembro del Comité Central del PLD, excelente ser humano, e inequívoco seguidor de las ideas y las praxis de Juan Bosch.

Incluirme en esa lista no tiene otro objeto que perder el tiempo conmigo, pues desde el propio presidente Danilo Medina, Leonel Fernández, y hasta Huguito conocen de mi trabajo, profesionalidad, entrega y apego a la vida correcta.

Resulta muy cuesta arriba ocupar este espacio que generosamente me concede desde hace más de 5 años la dirección y el propietario de este medio, para dirimir estos temas, pero con toda la humildad que Dios me ha permitido lucir en mi vida privada y pública, debo poner sobre el papel el que se me haya agregado a una lista para llevarme al paredón moral. Que lo haga cualquier bocina, pasacantando por demás, no me turba.

Si después de tres años, el gobierno, o una parte de él, quiere abrir cuestionamientos contra cualquier exfuncionario, por la firmeza de hacer causa común con el presidente del Partido y expresidente de la República, doctor Leonel Fernández, es una triste decisión. En mi caso particular, pierden su tiempo, porque si algo me caracteriza es ser leal y tener sentido de gratitud. Y si por fidelidad a un hombre de ideas y de cualidades humanas, se nos quiere perseguir al grupo, pues adelante.

No soy lisonjero de Leonel, pues no va con mi personalidad, ni tampoco se me puede atribuir que en la honrosa oportunidad dispensada por él para estar a su lado en los tres gobiernos, abusé de su confianza haciendo cosas non sanctas. Entiendo que la lealtad a un líder se demuestra también cuando se protege la confianza otorgada por el amigo, además de defender sus ideas y postulados.

En lo que tiene que ver con el ejercicio de las funciones públicas en el pasado, me siento orgulloso de mi gestión, de manera que en los momentos de cavilaciones no albergo ninguna preocupación de haber andado por terrenos pantanosos, que pueda avergonzar a mis hijos y familiares. No porque sea ningún dechado de santidad, ¡Dios me libre!, sino por el motivo de que en la función que ejercí, me ocupé de hacer las cosas cumpliendo con los procedimientos, apegado a mis valores y a la suprema responsabilidad de cuidar mi imagen, que era proteger la de Leonel Fernández. Ese es, y ha sido mi deber.

Para estar seguro de mi buen proceder, me blindé con la asesoría de quien tenía que velar por el buen desempeño administrativo de todo el gobierno: el licenciado Simón Lizardo, entonces Contralor General de la República y actual ministro de Hacienda, a quien consulté, siempre que tenía dudas de algún procedimiento. Con la decencia que caracteriza a Simón, siempre estuvo presto para cooperar, y así lo hizo.

No conforme, solicité tres auditorías a mi gestión, las cuales conservo, dos de ellas al propio despacho de Lizardo en la Contraloría General de la República, y una tercera a la Cámara de Cuentas, que mediante una licitación se la adjudicó a la firma KPMG. En las tres, mi gestión salió bien parada, no por asunto del azar, pues no creo en la suerte.

Sé, sin embargo, que cuando se decide ejercer el poder con fanatismo, irracionalidad o bellaquería, si se quiere enlodar, no hay obstáculo ni auditoría que valgan. Como la política muchas veces deviene en un estercolero que todo ensucia, y que ni siquiera importan el buen proceder y las amistades, estoy preparado para lo peor, pero es bueno tener cuidado a quién se trata de mancillar, pues lo más valioso que tengo es mi reputación, la que defenderé en cualquier terreno. Y si un asunto aprendí en mi paso por el Estado, es que las cosas no suceden porque a alguien se le ocurre, pues cada títere tiene un titiritero. Quien no respeta, no puede pedirlo. 

martes, 12 de mayo de 2015

ENCUENTRAN HOMBRE MUERTO EN MONTECRISTI

Montecristi, Rep. Dom.   Fue encontrado al medio día de hoy martes el cuerpo sin vida de un hombre de 59 años de edad, nombrado como Manuel Galvan Galvan, en una casa en construcción en block en el barrio Los Maestros de esta ciudad. El cuerpo presenta golpe contuso en la parte frontal superior del rostro, así como quemadura en el testículo izquierdo y uno de los brazos.  Según la doctora Altagracia Peña directora del Hospital Padre Fantino quien hizo la experticia en la morgue de dicho centro de salud. Al lugar se presentaron decenas de curiosos y se informó que al momento de encontrar el cadáver, la victima portaba un pantalón jean azul a medio subir, así como un preservativo en el pene. La causa de muerte según los médicos actuante es indeterminada y el cadáver fue enviado al Instituto Nacional de Ciencias  Forense INACIF,en Santiago, para los fines correspondientes. A la morgue del Hospital Padre Fantino se presentaron varios familiares con actitud violenta lo que provocó la militarización del indicado centro de salud.  La víctima era oriunda de la comunidad de Guayajayuco perteneciente a la provincia de Dajabon.  Empero hacía un tiempo que vivía en esta ciudad.

De Washington a Leonel

Cuando la familia Washington recogió sus bártulos en Inglaterra para explorar suerte en América, jamás pasó por la mente de esa familia inmigrante que aquel viaje sería determinante para que creciese un personaje, el más importante de las tierras conquistadas, George Washington, uno de los inspiradores de la independencia norteamericana y primer presidente de los Estados Unidos.
Casi en la ribera del Potomac, aquel agrimensor de oficio curtió su personalidad en base al trabajo y, cómo no decirlo, contemplando las especiales circunstancias de las colonias, impuestas por aquellas guerras generadas por las disputas de tierras entre Gran Bretaña y Francia, por un lado, y España y los indios autóctonos por el otro.
Su origen acomodado como resultado de la herencia de grandes extensiones de tierra heredadas de su familia, no fue obstáculo para que en este hacendado se forjara el perfil del guerrero y líder político que fue, dos cualidades determinantes para que Estados Unidos se erigiera como la nación que es, con virtudes y defectos, pero en la que buena parte de los ciudadanos del mundo posan sus ojos con el fin de llevar a cabo el sueño americano.
Primero como armador de las tropas británicas en Virginia en la guerra franco-indígena y posteriormente como comandante en jefe del Ejército Continental contra Gran Bretaña, George Washington pulió su estilo, venciendo los azares y limitaciones con las que tuvo que lidiar en el campo de batalla aquel forjador de sueños.
Condecorado por sus hazañas contra los británicos en Boston, Trenton y New Jersey, en su objetivo para que Estados Unidos consiguiera su independencia, Washington renunció a sus cargos militares, pero volvió a la vida política cuando presidió la Convención de Filadelfia en 1787, de la que resultaría la Constitución estadounidense.
Su desprendimiento y amor por la Patria lo evidenció en distintos momentos. A veces parecía que Washington anhelaba más su estadía en las campiñas de Mount Vernon que el ajetreo político y militar donde demostraba destreza, firmeza y don de mando.
Colocando a un lado las circunstancias, la dimensión de la nación que contribuyó a fundar y el personaje y los hechos analizados, Washington pronunció en 1796, su “Discurso de Despedida” (The Washington Farewell) de la vida política, en el que se destacan aspectos similares en su accionar a los que ocurren en el República Dominicana con personajes y situaciones.
El hacendado virginiano rechazó que el conjunto de Estados que se acababa de fundar fuera una réplica de las monarquías europeas. En consecuencia, Washington no quiso ser el rey de la nueva nación, a pesar de su popularidad y prestigio entre los pobladores.
Tras ser presidente en dos oportunidades, y negarse a optar por un tercer período solicitado por las mayorías, resalta como una de las primeras decisiones de Washington aquella asociada al concepto bajo el cual se conocería Estados Unidos: un país equilibrado con una Constitución federalista, que preserva la institucionalidad.
Washington planteó en el memorable discurso precitado que “la ley y los intereses de la nación deben predominar por encima de los de un partido o facción”, y lo hizo con estas palabras: “(las facciones) colocan en lugar de la voluntad delegada de la nación, la voluntad de un partido, y las miras pequeñas y artificiosas de unos pocos, y siguiendo los alternativos triunfos de las facciones diferentes, dirigen la administración pública por mal concertados e intempestivos proyectos, no por planes consistentes y saludables, dirigidos por consejos comunes, y modificados por intereses recíprocos. Pero ahora no tenemos tan tristes acasos, pero en la serie de los tiempos y de las cosas, pueden aparecer hombres astutos, ambiciones, y sin principios, que logren trastornar el poder del pueblo, y usurpar las riendas del mando, arruinando después a aquellas mismas máquinas que les proporcionaron elevarse a una injusta dominación”. Por fortuna, Estados Unidos no ha tenido que lidiar con semejantes hombres.
Referente a la Constitución norteamericana, Washington aconsejó resistir los cambios frecuentes en la Carta Magna, con las siguientes palabras: “…El plan de asaltaros será alterar la constitución, para debilitar el vigor del sistema, ya que no puede combatirse al descubierto. En todas las alteraciones a que se os invite, debéis acordaros que el tiempo, y el hábito fijan el verdadero carácter de los gobiernos, y de todas las instituciones humanas: -que la facilidad y ligereza en hacer variaciones, fiándose en opiniones hipotéticas, expone siempre a que no haya nada estable, nada cierto, según la variedad eterna de las hipótesis y de las opiniones: -acordaros especialmente que tanto para un país tan extenso como el nuestro, como para seguridad y libertad general, es indispensable un gobierno enérgico”.
En 228 años, Estados Unidos sólo ha hecho enmiendas (27) y el texto original de la Constitución es el de mayor vigencia en todo el mundo.
El más destacado de los padres fundadores de Estados Unidos, también advirtió sobre el despotismo diciendo: “Importa igualmente que los hombres encargados del gobierno de un país libre limiten su acción a las respectivas esferas constitucionales, evitando que en el ejercicio de los poderes ningún departamento usurpe las funciones de otro”.
El respeto a la Constitución, a los procesos institucionales que devienen de ella, y su convicción de no alterar la ley para reducirla a meros intereses particulares, maquillados como clamores nacionales, fue lo que convirtió a Washington en el líder de los Estados Unidos, aún después de 216 años de su muerte.

jueves, 7 de mayo de 2015

Ironias, Artículo de Rafael Núñez

El pasado 19 de abril, el Comité Político (CP) del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) aprobó por una nueva mayoría introducir al Congreso Nacional un anteproyecto de modificación de la Constitución, cuyo único motivo es habilitar que el presidente Danilo Medina pueda postularse en las elecciones del año próximo.
Eso nunca se había hecho, pues el PLD levantó la bandera antireeleccionista contra sus entonces principales contendores, Hipólito Mejía y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), a quienes le repitió hasta la saciedad su gran error por acometer contra el texto constitucional para provecho personal.
Otros factores influyeron para que Mejía perdiera la reelección en el 2004, pero hay que hacer constar que un frenesí mediático, liderado por la sociedad civil se alzó previo al certamen electoral acusando a Mejía de haber comprado los votos faltantes con el fin de poder pasar la reforma a la Constitución.
Los defensores la Constitución y la institucionalidad acusaron al Guapo de Gurabo de retrotraer al país a los tiempos de Buenaventura Báez, Ulises Heureaux, Pedro Santana y Horacio Vásquez. Pero Mejía, ni corto ni perezoso, no hizo caso y “convenció” a los legisladores que necesitaba, entre ellos 10 del PLD, para viabilizar su proyecto.
Hubo un fuerte rechazo a esa aventura hasta en su propio partido, lo que produjo una división -la tercera más importante-, debilitando la fuerza electoral del partido blanco.
Fue ése el argumento más contundente que esgrimieron los peledeístas contra su más ferviente opositor. Se convirtió ésa en arma letal contra Mejía, llevado al banquillo de la historia por atacar la institucionalidad, pues una Constitución en toda parte del mundo es el resultado de un pacto social, no del acuerdo de un grupo dentro de un partido para acomodarla a la dirección de donde el barco lleva la proa.
Fue el mismo órgano del Comité Central del PLD - es decir el Comité Político- quien aprobó expulsar a 10 diez de sus diputados por levantar la mano para que se modificara la Constitución, de manera que Mejía quedara habilitado para ser candidato en las elecciones de 2004, que luego perdió de Leonel Fernández, quedando expedita la vía para que éste pudiera optar, si así las circunstancias se lo permitían, como terminó ocurriendo.
Con todo el respeto que merece el CP recomiendo que en la próxima reunión, esa nueva mayoría coloque en agenda el tema de la expulsión de ese grupo de legisladores para pedirle excusas y ofrecerle, si así está en disposición de ellos, la oportunidad de volver a ingresar al PLD porque ese órgano debe admitir, 13 años después, que se “equivocó”.
No tengo constancia de cómo fue la votación en el 2002 para expulsar a los 10 legisladores, pero me alberga la duda de que se haya producido algún voto disidente.
Si ése órgano de dirección del PLD llegó a la conclusión de que se equivocó hace 13 años, no es porque el partido morado haya hecho una profunda reflexión respecto del tema de reformar para reelegir, sino que la firma de los decretos la tiene un miembro del CP que expresó en innúmeras ocasiones su rechazo a permanecer en la Presidencia “ni un día más”, pero cambió de opinión.
Otra ironía es la siguiente: Leonel Fernández soportó la tentación de hacer lo mismo en dos oportunidades. En 1998 y en 2012, aunque algunos mezquinos se lo regateen. El tiempo es justiciero y los hechos están ahí.
El expresidente no solo declinó con argumentaciones contundentes de tratadistas constitucionales, que le favorecían para poder seguir, sino que impuso su liderazgo para que su compañera, Margarita Cedeño de Fernández, con más popularidad que Medina, declinara para abrirle paso al actual presidente. Luego, con la fidelidad al país y al partido y con la prudencia como estandarte, se echó encima -en todo el sentido de la oración- la candidatura de su partido.
Por encima del interés personal, Fernández ha dado muestras de desprendimiento en los momentos cruciales de la nación y de respeto a la institucionalidad. Su liderazgo no se lo ha regalado nadie, ni se lo construyó nadie. Su carisma e inteligencia política, partes esenciales del liderazgo, no se compran en botica ni se maquillan con encuestas, solo hay que verlo llegar a donde se convidan dos o más personas para comprobar si hay palidez o popularidad real. Ahí no se pueden construir percepciones. Por eso, enemigos nuevos y viejos tuvieron que orquestar una campaña mediática para tratar de desacreditarlo y opacar su estrella.
Si Fernández no forzó para cambiar la Constitución y tampoco lo llevó al CP como tema para reelegirse porque no cree en eso, ¿en qué cabeza cabe que pueda votar a favor de algo que atenta contra sus principios?
Como hombre del partido, está en la obligación de acatar lo que la nueva mayoría acordó, pero nadie le puede obligar a levantar la mano por una causa que ni siquiera para él asumió. Fernández no debe decirle a los legisladores que se identifican con él que desacaten la decisión del CP, pero no puede obligar a los suyos a transitar un camino que no ha estado en su agenda.
Algunos de sus compañeros de partido, de manera abusiva, quieren que una reforma reeleccionista con su alto costo político, la asuma Fernández, cuando se sabe que el PLD no tiene mayoría para hacerla. Ese es el colmo. ¿Por qué no carga con el fardo que conlleva ese camino el doliente de la reelección, como lo hizo el expresidente Hipólito Mejía?
El PLD tiene tiempo de abandonar el camino del fracaso, que a lo mejor no está a las puertas del 2016, ¿quién sabe?, pero nadie puede pretender que Leonel Fernández se convierta en homicida y sepulturero de su propia carrera política.

martes, 5 de mayo de 2015

APRESAN HOMBRE QUE PASO 56 AÑOS PROFUGO

5/5/2015 Imprimir Freshwaters había sido condenado por haber matado a un peatón en 1957.Su sentencia inicial, de 20 años de cárcel, había sido suspendida.Sin embargo, violó los términos de su libertad condicional al sacarse una licencia de conducir.Entonces fue ingresado en el Reformatorio Estatal de Ohio y luego en un centro de mínima seguridad de donde se escapó en 1959.Los 56 años prófugo sólo se vieron brevemente interrumpidos en 1975, cuando fue detenido en West Virginia.La detención fue posible gracias al trabajo de un oficial federal al que ese año le encargaron los “casos fríos”.Las pistas que consiguió lo llevaron a Florida y allí efectivamente estaba Freshwaters.Pero entonces, el gobernador rehusó enviarlo a Ohio, así que fue liberado y volvió a desaparecer.Esta vez parece haber tenido menos suerte pues ya está encarcelado sin posibilidad de fianza por su condición de fugitivo interestata.